mayo 27, 2010

Pensemos negativamente

La importancia de pensar negativamente como un ejercicio en pro de las teorías de la comunicación, es que nos damos cuenta que a veces realmente pensamos de esa manera y actuamos conforme a lo que pensamos, siendo que si estuviéramos tranquilos, las cosas serían muy diferentes porque el pensamiento negativo es absurdo. Con el conjunto de recomendaciones que se te presentan en la parte de abajo de esta práctica, cada uno de los participantes responderán de manera opuesta o negativa a las apelaciones, réplicas, guías o afirmaciones. No se trata de responder en forma literal a lo que se afirme, sino de provocar en los que los lean, una reflexión, hilaridad, regocijo y una experiencia de aprendizaje significativo.


1.- La única forma de salir ganando en una discusión es evitándola. ¿Por qué demostrar a un hombre que se equivoca? ¿Has de agradarle con eso? ¿Por qué no dejarle que salve su dignidad? No te pidió una opinión. No le hacía falta. ¿Por qué discutir con él? Hay que evitar siempre el ángulo agudo. Sólo hay un modo de sacar la mejor parte de una discusión: evitarla. "Si discute usted, y pelea y contradice, puede lograr a veces un triunfo; pero será un triunfo vacío, porque jamás obtendrá la buena voluntad del contrincante" dijo Benjamín Franklin. Piense, pues, en esto ¿Qué prefiere tener: una victoria académica, teatral, o la buena voluntad de un hombre? Muy pocas veces obtendrá las dos cosas. "El odio nunca es vencido por el odio sino por el amor" y un malentendido no termina nunca gracias a una discusión sino gracias al tacto, la diplomacia, la conciliación, y un sincero deseo de aprecia el punto de vista de los demás.
Si bien a veces es prudente quedarse callado ante la posibilidad de una discusión, opino que un buen comunicador también sabe identificar cuando es necesario discutir alguna cuestión que le esta molestando. No es que uno quiera pelearse con el mundo, ni obligar a los demás que vean las cosas desde su perspectiva. Pero, como ya vimos en otras practicas de interacción intrapersonal, también es importante estar bien con nuestras ideas y lo que nosotros pensamos de nosotros mismos. Si la discusión es por pura soberbia definitivamente si es mejor evadirla, si no lo es hay que saber defender nuestro punto de vista con tenacidad y sin burlarnos del ajeno.

2.- "No debe perder tiempo en discusiones personales la persona que está resuelta a ser lo más que pueda, y menos todavía debe exponerse a las consecuencias, incluso a la ruina de su carácter y la pérdida de su serenidad.
Ceder en las cosas grandes sobre las cuales no puedes exhibir más que derechos iguales; y ceder en las más pequeñas aunque te sean claramente propias. Decía Abraham Lincoln: “Mejor es dar paso a un perro, que ser mordido por él al disputarle ese derecho. Ni aun matando al perro se curaría de la mordedura"
Cuando estamos ante una situación así, debemos también de pensar en nosotros, la gente provoca, la persona con la que estamos interactuando puede estar esperando una reacción violenta a propósito. No le demos el gusto, así solo conseguimos que su comunicación hacia nosotros triunfe y que nosotros perdamos, eso de ceder no me gusta, pues hay veces que aun con personas así debemos luchar porque no se pisotee nuestro punto de vista.

3.- Para impedir que un desacuerdo se transforme en una discusión: Acepte el desacuerdo (Cuando dos socios siempre están de acuerdo, uno de ellos no es necesario.); quizás este desacuerdo es su oportunidad de corregirse antes de cometer un grave error. Desconfíe de su primera impresión instintiva. Controle su carácter. Primero escuche, déle a su oponente la oportunidad de hablar, déjelo terminar. Busque las áreas de acuerdo y expóngalas antes los demás para que las acepten o rechacen.
Eso se llama sinergia. No se trata de imponer a la fuerza nuestro punto de vista sino construir un equipo una forma mejorada y eficaz de hacer las cosas. Si cerramos nuestros oídos a otras perspectivas nos quedaremos trabajando solos, sin apoyo e incompletos.

4.- Sea honesto; busque los puntos donde puede admitir su error, y hágalo, discúlpese por sus errores, eso desarmará a sus oponentes y reducirá la actitud defensiva. Prometa pensar y analizar con cuidado las ideas de sus oponentes; y hágalo en serio, sus oponentes pueden tener razón.
Agradezca sinceramente a sus oponentes por su interés. Posponga la acción de modo que ambos bandos tengan tiempo de repensar el problema (sugiera otra reunión). Cuando dos personas gritan, no hay comunicación, sólo ruido y malas vibraciones.
Ese ruido y malas vibraciones provocarían que, si hay una segunda reunión esta acabe mal porque se han predispuesto los bandos. Es mejor cambiar ese paradigma antes de que se asiente en el pensamiento del oponente a que, se nos impida colaborar porque nos portamos intransigentes en una conversación anterior.

5.- Demuestre respeto por las opiniones ajenas. Jamás diga a una persona que está equivocada. No empiece nunca anunciando: Le voy a demostrar tal y tal cosa. Hace que quien lo escucha quiera librar batalla con usted, antes de que empiece a hablar. Si va usted a demostrar algo, que no lo sepa nadie. Hágalo sutilmente, con tal destreza que nadie piense que lo está haciendo.
Si alguien hace una afirmación que a juicio de usted está errada -sí, aun cuando usted sepa que está errada- es mucho mejor empezar diciendo: Bien, escuche. Yo pienso de otro modo, pero quizá me equivoque. "Ponte
Un buen comunicador no se para y dice: “Usted esta mal, yo bien” o cosas así, escucha, reflexiona y finalmente habla con conocimiento de causa.

6.- Si usted está equivocado, admítalo rápida y enfáticamente. Si sabemos que de todas maneras se va a demostrar nuestro error, ¿no es mucho mejor ganar la delantera y reconocerlo por nuestra cuenta? ¿No es mucho más fácil escuchar la crítica de nuestros labios que la censura de labios ajenos?
Diga usted de sí mismo todas las cosas negativas que sabe está pensando la otra persona, o quiere decir, o se propone decir, y dígalas antes de que él haya tenido una oportunidad de formularlas, y le quitará la razón de hablar. Cuando tenemos razón, tratemos pues de atraer, suavemente y con tacto, a los demás a nuestra manera de pensar; y cuando nos equivocamos -muy a menudo, por cierto, a poco que seamos honestos con nosotros mismos- admitamos rápidamente y con entusiasmo el error. "Peleando no se consigue jamás lo suficiente, pero cediendo se consigue más de lo que se espera".
Ceder, en ese sentido, es la forma de negociación mas efectiva. Definitivamente si tenemos una comunicacion interpersonal sana con nosotros mismos, conocemos nuestras debilidades y nuestras cualidades mucho mejor de lo que pueda percibir nuestro adversario discursivo, así que es mucho mejor aceptar nuestros errores en publico y desarmar al contrario, a que por orgullo el que nos deje en una situación embarazosa por publicar lo que ya sabíamos sea ese adversario con el que pretendíamos comunicarnos.

7.- Empiece en forma amigable. Si vienes hacia mí con los puños cerrados -dijo Woodrow Wilson- creo poder prometerte que los míos se apretarán más rápido que los tuyos, pero si vienes a mí y me dices: "Sentémonos y conversemos y, si estamos en desacuerdo, comprendemos por qué estamos en desacuerdo, y precisamente en qué lo estamos", llegaremos a advertir que al fin y al cabo no nos hallamos tan lejos uno de otro, que los puntos en que diferimos son pocos y los puntos en que convenimos son muchos, y que si tenemos la paciencia y la franqueza y el deseo necesario para ponernos de acuerdo a ello llegaremos." Es como el juicio que dice: "Una gota de miel caza más moscas que un galón de hiel".
Cuando uno va en plan violento o con ganas de ganar a toda costa y aun con errores sobre el interlocutor, la comunicacion se vuelve agresiva al punto de que deja de ser comunicacion para convertirse en pleito. Eso no logra ningún arreglo diplomático ni respetuoso.

8.- Consiga que la otra persona diga "Sí, sí", inmediatamente. Cuando hable con alguien, no empiece discutiendo las cosas en que hay divergencia entre los dos. Empiece destacando -y siga destacando- las cosas en que están de acuerdo. Siga acentuando -si es posible- que los dos tienden al mismo fin y que la única diferencia es de método y no de propósito.
A veces de esa forma de platicar con el “adversario” podemos enriquecernos porque al no percibirnos en un plan defensivo contra su persona el interlocutor puede compartirnos sus ideas y nosotros enriquecernos culturalmente con ella y por supuesto llegar a una solución a la disertación de manera ordenada y benéfica para ambos.

9.- Cuando una persona ha dicho No todo el orgullo que hay en su personalidad exige que sea consecuente consigo misma. El orador hábil obtiene "desde el principio una serie de Seis", como respuesta. Discutir no da beneficios, es mucho más provechoso e interesante mirar las cosas desde el punto de vista del interlocutor y hacerle decir "sí, sí" desde un principio. Método socrático: obtener una respuesta de "sí, sí". Hacía preguntas con las cuales tenía que convenir su interlocutor. Seguía ganando una afirmación tras otra, hasta que tenía una cantidad de "seis" a su favor. Seguía preguntando, hasta que por fin, casi sin darse cuenta, su adversario se veía llegando a una conclusión que pocos minutos antes habría rechazado enérgicamente. Quien pisa con suavidad va lejos.
Por eso Sócrates lograba develar la verdad en la persona que se acercaba a pedirle consejo o incluso a negar su forma de enseñar. Era un excelente comunicador porque sabia como entender a su interlocutor y empatar con el sus ideas.

10.- Permita que la otra persona sea quien hable más. Casi todos nosotros, cuando tratamos de atraer a los demás a nuestro modo de pensar, hablamos demasiado, lo cual es un error. Dejemos que hable la otra persona. Si estamos en desacuerdo con ella, podemos vernos tentados a interrumpirla. Pero no lo hagamos. Es peligroso. No nos prestará atención mientras tenga todavía una cantidad de ideas propias que reclaman expresión. La verdad es que hasta nuestros amigos prefieren hablarnos de sus hazañas antes que escucharnos hablar de las nuestras. En conclusión: "Si quieres tener enemigos, supera a tus amigos; si quieres tener amigos, deja que tus amigos te superen".
Okey, pero cuando el deje de hablar es estrictamente necesario que nosotros entremos a la conversacion que busquemos darnos a entender, ganar adeptos a nuestras ideas, rebatir las del otro. No hay comunicación interpersonal completa con solo una persona que se este expresando y escuchando activamente.

11.- Permita que la otra persona sienta que la idea es de ella. Trate honradamente de ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona. ¿No sería más sagaz hacer sugestiones y dejar que los demás lleguen por sí solos a la conclusión? Al hombre hay que enseñarle como si no se le enseñara y proponerle lo desconocido como olvidado. Dejar que la otra persona sienta que la idea es suya. "La razón por la cual los ríos y los mares reciben el homenaje de cien torrentes de la montaña es que se mantiene por debajo de ellos. El sabio que desea estar por encima de los hombres se coloca debajo de ellos; el que quiere estar delante de ellos se coloca detrás" manifestaba Lao Tsé.
Una persona inteligente y que se sepa comunicar, tendrá una visión renovada y amplia del entorno social en el que se desarrolla. Su misma sabiduría lo hará decidir en que momento intervenir y en que momento callar,, en que momento hablar y en cual meditar lo que podría haber salido de su boca.
12.- Recuerde que la otra persona puede estar equivocada por completo. Pero ella no lo cree. No la censure. ¿Qué pensaría, cómo reaccionaría yo si estuviera en su lugar? Al interesarnos en las causas es menos probable que nos disgusten los efectos. El buen éxito en el trato con los demás depende de que se capte con simpatía el punto de vista de la otra persona. "Se coopera eficazmente en la conversación cuando uno muestra que considera las ideas y sentimientos de la otra persona tan importantes como los propios. El modo de alentar al interlocutor a tener la mente abierta a nuestras ideas, es iniciar la conversación dándole claras indicaciones sobre nuestras intenciones, dirigiendo lo que decimos por lo que nos gustaría oír si estuviéramos en la piel del otro, y aceptando siempre sus puntos de vista".
Y esos puntos de vista, aunque errados en realidad son igual de importantes que los nuestros y así debemos considerarlos; de lo contrario lo comunicaríamos de alguna forma, tal vez con la forma de interactuar con la persona de forma no verbal, pero si devalorizamos a esa persona, se va a notar, la haremos sentir incómoda y se coartara la comunicacion.

13.- Muestre simpatía por las ideas y deseos de la otra persona. Frase mágica que sirva para detener las discusiones para eliminar malos sentimientos, crear buena voluntad y hacer que se lo escuche atentamente:"Yo no lo puedo culpar por sentirse como se siente. Si yo estuviera en su lugar, no hay duda de que me sentiría de la misma manera." La especie humana ansia universalmente la simpatía.
Simpatía o empatía son la clave para lograr tocar fibras mas sensibles en aquel que escucha, es así como logramos que la persona se comunique genuinamente con nosotros y que quiera tener otra posible conversacion en el futuro.

14.- Apele a los motivos más nobles. Por lo común la gente tiene dos razones para hacer una cosa: una razón que parece buena y digna, y la otra, la verdadera razón. A fin de modificar a la gente apelemos a sus motivos más nobles.
Esta estrategia funciona porque su verdadera razón puede coincidir con la buena y noble o bien, el hecho de que demos por sentado que nuestro interlocutor elegirá tal, demuestra que estamos dispuestos a entablar una conversacion cordial y fluida.


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