Tómate unos cuantos minutos para hacer el siguiente ejercicio: relacionar cada uno de los sujetos (color azul) con un mensaje que podría emitir (color rojo).
¿Lo hiciste?, ¿que relacionaste con qué? Te contaré mi experiencia.
El tema de esta práctica tiene como objetivo establecer las diferencias entre comunicación animal y comunicación humana. Bien es sabido que desde tiempos muy remotos, nuestra especie ha requerido diversas formas de comunicarse con su entorno y con su comunidad; fue así como surgieron las señales de humo, los ideogramas, los pictogramas... hasta que llegamos a la escritura que hoy conocemos.
Cuando hice el ejercicio, tenía que elegir una tarjeta de cada color y representar el mensaje que se había formado. En algunos casos fue fácil: »»Bebé y Tengo hambre«« se acoplaban a la perfección ya que un niño de esa edad en general solo come y duerme... La dificultad surgió cuando escogí: »»Planta y Me duele la cabeza««, wow!! ¿como representarlo?, finalmente desistí, ya que era un mensaje inverosímil.
Este ejercicio demuestra entonces que: los seres humanos nos comunicamos porque eso forma parte de nuestra naturaleza, que nos comunicamos mediante nuestros 5 sentidos y finalmente que la forma de expresarnos e interpretar los mensajes dependen de actores de pragmática lingüística como: la cultura, lengua materna, edad, sexo, etc...
Cabe aclarar que esto no significa que los animales y las plantas no tengan un sistema de comunicación, sólo que los seres humanos hemos desarrollado rasgos evolutivos en el lenguaje que nos permiten expresar además de mensajes tangibles y presentes, estructuras mentales no-temporales y abstractas...
¿Lo hiciste?, ¿que relacionaste con qué? Te contaré mi experiencia.
El tema de esta práctica tiene como objetivo establecer las diferencias entre comunicación animal y comunicación humana. Bien es sabido que desde tiempos muy remotos, nuestra especie ha requerido diversas formas de comunicarse con su entorno y con su comunidad; fue así como surgieron las señales de humo, los ideogramas, los pictogramas... hasta que llegamos a la escritura que hoy conocemos.
Cuando hice el ejercicio, tenía que elegir una tarjeta de cada color y representar el mensaje que se había formado. En algunos casos fue fácil: »»Bebé y Tengo hambre«« se acoplaban a la perfección ya que un niño de esa edad en general solo come y duerme... La dificultad surgió cuando escogí: »»Planta y Me duele la cabeza««, wow!! ¿como representarlo?, finalmente desistí, ya que era un mensaje inverosímil.
Este ejercicio demuestra entonces que: los seres humanos nos comunicamos porque eso forma parte de nuestra naturaleza, que nos comunicamos mediante nuestros 5 sentidos y finalmente que la forma de expresarnos e interpretar los mensajes dependen de actores de pragmática lingüística como: la cultura, lengua materna, edad, sexo, etc...
Cabe aclarar que esto no significa que los animales y las plantas no tengan un sistema de comunicación, sólo que los seres humanos hemos desarrollado rasgos evolutivos en el lenguaje que nos permiten expresar además de mensajes tangibles y presentes, estructuras mentales no-temporales y abstractas...